Todos somos consumidores de alimentos y todos queremos que los alimentos que consumimos sean inocuos, es decir, que no causen daño a nuestra salud.
Gracias al esfuerzo de todas las personas que intervienen en el correcto cultivo, envasado y transporte de las alcachofas, estas constituyen un manjar único y versátil, para ser disfrutado sin riesgo a caer enfermo.
En este artículo de #BlogCynara, detallaremos las principales causas que producen la falta de inocuidad alimentaria en las alcachofas, qué efectos puede ocasionar esta falta de inocuidad en los consumidores, en la productividad y en los mercados, y qué podemos hacer para garantizarla. ¡Sigue leyendo!
¿Cuáles son las causas de la falta de inocuidad en las alcachofas?
La producción de alcachofas está expuesta, desde el campo a la mesa, a una serie de peligros frecuentes (físicos, químicos y biológicos) que pueden contribuir a la falta de inocuidad de estos vegetales.
Contaminación del suelo y del agua
Plaguicidas, oligoelementos metálicos, nitratos, patógenos del ganado y otros contaminantes emergentes como los antibióticos, pueden comprometer la inocuidad de las alcachofas si se utilizan en exceso o de manera inapropiada.
Prácticas inadecuadas de manejo postcosecha
El manejo incorrecto después de la cosecha puede ser una fuente de contaminación. La falta de higiene durante la manipulación y el almacenamiento a temperaturas incorrectas, puede facilitar el crecimiento de microorganismos dañinos en las alcachofas.
Problemas de higiene en cualquier etapa del campo a la mesa
Las instalaciones que no cumplen con los estándares de higiene, el uso de equipos o utensilios inapropiados, la incorrecta gestión de residuos o la ausencia de higiene adecuada, puede introducir contaminantes en las alcachofas.
La contaminación biológica, química o física de las alcachofas puede reducirse o minimizarse mediante la aplicación de normas de inocuidad de los alimentos.
¿Qué efectos puede ocasionar la falta de inocuidad alimentaria durante el cultivo y procesado de las alcachofas?
Riesgos en la salud del consumidor
La presencia de contaminantes como bacterias patógenas, residuos de pesticidas puede representar un riesgo para la salud de quienes consumen alcachofas contaminadas.
La FAO indica que, cada año, una de cada 10 personas en el mundo enferma por ingerir alimentos contaminados. Más de 200 enfermedades están causadas por ingerir alimentos contaminados con bacterias, virus, parásitos o sustancias químicas como los metales pesados.
Según la institución CDC, las enfermedades más comunes por intoxicaciones alimentarias son: Norovirus, Salmonella, Listeria monocytogenes, Clostridium perfringens, Campylobacter y Staphylococcus aureus.
Impacto en la productividad y acceso a mercados
La falta de inocuidad en las alcachofas no solo afecta la seguridad alimentaria, sino también dificulta la productividad y el acceso a los mercados. Los alimentos contaminados provocan rechazos en el comercio y perjuicios económicos, así como la pérdida y el desperdicio de alimentos. Por tanto, la aplicación de buenas prácticas a lo largo de la cadena de suministro puede mejorar la sostenibilidad, ya que reduce al mínimo los daños medioambientales y el desperdicio de alimentos.
Según la Organización Mundial de la Salud, todos los años se pierden cerca de 100.000 millones de dólares en productividad y gastos médicos relacionados con inocuidad alimentaria.
¿Se puede saber si los alimentos son inocuos por su aspecto y su olor?
En la mayoría de los casos resulta imposible determinar si un alimento es inocuo solo por el aspecto u olor del mismo. Esto es debido existen microorganismos, metales pesados o incluso determinados pesticidas que no influyen ni en el sabor ni el olor de los alimentos.
« No se puede saber ni por el aspecto y ni por el olor si un alimento es inocuo »
¿Cómo garantizar la inocuidad de las alcachofas?
Para cerrar este artículo, detallamos las prácticas clave para asegurar inocuidad en las alcachofas:
- Buena práctica agrícola (BPA): Implementar BPA ayuda a prevenir la contaminación desde la etapa de cultivo. Esto incluye el uso responsable de productos químicos, prácticas de riego seguras y cuidadosa selección de variedades resistentes.
- Manejo postcosecha adecuado: Garantizar una manipulación y almacenamiento adecuados después de la cosecha es esencial. La refrigeración adecuada y la higiene en todas las etapas son clave para mantener la inocuidad.
- Control de calidad en el proceso de envasado: Las instalaciones de envasado deben seguir estrictos controles de calidad e higiene. La implementación de sistemas de gestión de la inocuidad alimentaria, como APPCC (Análisis de Peligros y Puntos Críticos de Control), puede ser crucial.
- Procedencia conocida y confiable: Comprar alcachofas de fuentes confiables y seguir prácticas de compra seguras contribuye significativamente a la inocuidad. Preferir proveedores reconocidos y certificados es esencial.
Como empresa, nos esforzamos por garantizar la inocuidad alimentaria para que nuestros consumidores puedan disfrutar de los mejores productos de Cynara con toda la seguridad. ¡Disfruta de tus alcachofas y siente el placer de probar Cynara!
